He visto Smile 2. Y he llorado una hora después porque a mí me vigilan. Y no, no es lo que se supone que hay que hacer con esta película (es de sustos, pero para susto el que yo tengo en el cuerpo el 99% del tiempo).
No os la pienso contar si no la habéis visto, pero la confusión que persigue a la protagonista durante toda la película es algo de lo que no consigo escapar. Tampoco de la culpa, de intentar arreglar las cosas y acabar haciéndolas peor. Hoy me he autodiagnosticado autismo y me he sentido aliviada 0,01 microsegundo de todo de lo que me arrepiento, justificándolo en una neurodivergencia imaginada. En esas estamos.
Escribo esto mientras todavía me seco los ojos. La película sobre una artista pop perseguida por un ente cósmico que la ha maldecido y se alimenta de ella se parece demasiado a intentar ser cómica por encima de todo, sobre todo cuando el peor enemigo que acabas teniendo delante eres tú. Cuando jodes las buenas oportunidades y ya no hay vuelta atrás. No consigo quitarme esa amargura que persigue como un fantasma; que atrapa, mastica y te escupe hecha trizas pero pegada a ti misma.
Puede que todo tenga que ver con que me he levantado a las 4:53 de la mañana, que haya currado 10 horas, algunas al sol, y vea mi vida pasar con cada curro precario que cojo.
Menos mal que voy a ir a ver la momia de Santa Teresa de Ávila, que es lo único que me llena el alma de gozo desde ayer, si os soy sincera. No puedo sacarme la idea de la cabeza desde que la leí, y eso que sé que a la mayoría sé que le parece creepy. Ya me da igual, lo hago y punto. Quiero ver a Santa Teresa y estar cerca de ella.
Santa Teresa, mi santa, la religiosa del éxtasis, la que se quería morir para estar con Dios porque la vida terrenal le parecía una cárcel. Ay mi santa, dónde estas que yo te escuche. Pronto voy a verte para preguntarte si por fin fuiste feliz en la otra vida. (Me he vuelto a poner a llorar, socorro)
Pd: me he comprado un libro de una rana con unas botas de pvta que me está ayudando a sobrellevar el día a día. Ojalá se lo hubieran regalado a la prota de Smile 2, porque la verdad es que no se merecía pasar por todo eso.
Larga vida a las cosas excéntricas. Larga vida a no buscarle sentido a todo.
Maravilloso. Voy ya mismo a todostuslibros.com a ver en qué librería puedo conseguir el libro de la rana.